lunes, 13 de diciembre de 2010

Una Vida de Alabanza.

Una Vida de Alabanza.

Por Jesús Adrián Romero.



La vida del rey David es un ejemplo de alabanza.

El libro de los Salmos es un registro de las alabanzas de David a través de toda su vida.

En cada una de las etapas de la vida de David su deseo era alabar al Señor.

Cada una de las etapas de la vida de David están relacionadas con un lugar geográfico.

-Belén


En Belén cuando David cuidaba las ovejas, su pasatiempo era bendecir al Señor y escribir canciones. El Salmo 23 es sin duda el más conocido y surgió de ésta experiencia de cuidar ovejas.

-Gabaa

Después de Belén, David fue a vivir al palacio del rey en Gabaa y allí lo encontramos bendiciendo al Señor con el arpa cuando el espíritu malo atormentaba al rey Saúl, y al tocar David el espíritu malo dejaba al rey.

-Adulam

Sin lugar a dudas que la cueva de adulam era el lugar más difícil para levantar una alabanza. David estaba huyendo del rey Saúl, y se refugió en ésta cueva con sus hombres. Se cree que antes de entrar a la cueva David declaro: “Bendeciré a Jehová en todo tiempo, su alabanza estará de continuo en mi boca” Salmo 34:1 Se cree que muchos de los salmos de David fueron escritos en ésta cueva.

-Sion

El palacio, el lugar de influencia y bendición, es donde muchos olvidan la alabanza, pero ese no fue el caso de David.
Cuando David trae el arca de Dios a la ciudad, lo hace en medio de sacrificios, sonido de trompeta, júbilo y danza.

Desde que era un joven hasta que fue un anciano el deseo de David era bendecir al Señor.

Siendo un anciano declaró: “Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. No me deseches en el tiempo de mi vejez; cuando mi fuerza se acabare no me desampares...Mas yo esperaré siempre y te alabaré más y más.”

Salmo 71:8-9,14

“Más y más” en el hebreo original significa: Continuaré haciéndolo, me excederé, irá en aumento, prolongaré mi alabanza, antes que una alabanza halla terminado empezaré la otra, etc.

Aún en la vejez David nos dá un ejemplo de ser un adorador.

Creo que el secreto en la vida de David se encuentra en la manera en la que él disfrutaba la alabanza. No era algo tedioso, no era un “sacrificio”, era un tiempo de deleite en su creador.

Este secreto lo encontramos cuando trae el arca del pacto a la ciudad. 2 de Samuel 6 nos cuenta la historia.
Como ya vimos anteriormente, David entró a la ciudad en medio de sacrificios, sonido de trompeta, júbilo y danza.

Es cuando su esposa Mical se indigna por la actitud libre e “indecorosa” del rey delante de las criadas. Fue entonces cuando David responde a Mical y le dice: “...danzaré delante de Jehová y aún me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado” 2 Samuel 6:21-22

La palabra “Danzaré” de éste pasaje en el hebreo original;
“Sachaq”, significa jugaré, me divertiré, me reiré de placer, retozaré como animal en el campo.
Esta es la verdadera danza, un tiempo de deleite y diversión delante de nuestro rey.
Para muchos danzar es realmente saltar como robots, no parece que nos estamos divirtiendo.
Hasta que no entendamos que Dios se deleita en nosotros cuando le alabamos, no vamos a disfrutar nuestra alabanza y danza.

Dios nos quiere llevar como iglesia a un tiempo de deleite delante de su presencia.

¿Estás listo para entrar a la fiesta en la casa de tu padre?

¡Él te espera!


jueves, 2 de diciembre de 2010

Qué decir cuando diriges alabanza. (Parte 2)

En el artículo anterior describí algunos estereotipos de directores de alabanza quienes no están muy seguros de qué decir cuando están frente a un grupo de personas. Hoy quiero dar cuatro razones por las cuales deberíamos decir algo.

1. Magnifica

Cuando estamos dirigiendo alabanza, nuestra primera responsabilidad es magnificar la grandeza de Dios en Jesucristo a través del Espíritu Santo. Estamos diciendo como David “Engrandeced a Jehová conmigo y exaltemos a una su Nombre” (Salmo 34:3).

Cuando utilizo la palabra “magnificar” no me refiero a la manera en que un microscopio amplia algo muy bien, sino la manera en que un telescopio amplia algo muy grande que nos parece pequeño a nosotros.

Puede que la música mueva las emociones de la gente, pero no significa que guiará a la gente a enfocarse en la grandeza de Dios en Cristo. Nuestras palabras les ayudan. La gente a menudo llega al servicio distraída, pensando en todo menos en Dios y viendo a Dios más pequeño que sus problemas. Es importante saber que nuestras mentes están propensas a vagar. Cuando apasionadamente proclamamos su Palabra, sus hechos y su mérito, Dios se hace más grande en nuestros ojos.

2. Aplica

La segunda razón para decir algo, es que queremos ayudar a la gente a ver porqué las verdades que cantamos deberían hacer una diferencia en sus vidas. Esto es una parte de “ la enseñanza y exhortación”, Pablo lo dice en Colosenses 3:16. Queremos conectar las verdades de la palabra de Dios y el evangelio en las situaciones de la gente. ¿Qué mentiras están creyendo acerca de Dios? ¿Qué tentaciones afrontan ellos? ¿Qué experiencias comunes comparten ellos? Puede ser tan simple como tomar una línea de la canción que acabas de cantar y explicar por qué debería hacer una diferencia significativa en su vida y perspectiva de ella.

La aplicación específica es por lo general mejor que la aplicación amplia. Por ejemplo, es cierto que “Jesús pagó todo esto.” Pero algunas veces es más provechoso decir algo como esto,

“Algunos de nosotros entraron aquí esta mañana sobrecargados por nuestros pecados. Podría ser algo que hicimos ayer, o hace diez años. Nuestra condena nos hace sentir distantes de Dios e inconscientes de su amor. Escuche otra vez: “Jesús pagó todo esto.” Esto significa que si usted ha confiado en el sacrificio de Jesucristo por sus pecados, podemos decir como David en el Salmo 103:12: Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.¡No tiene por qué llevar esa carga! ¡Jesús pagó todo esto!”

Siempre que procuremos aplicar lo que cantamos, queremos procurar hacer nuestros comentarios tipo pastoral y persuasivo. No sólo declaramos la verdad, procuramos sentir cariño por las almas de la gente. Y no hablamos simplemente de un modo desinteresado o manipulador. Queremos persuadir a aquellos que dirjimos diciéndoles que esas verdades que cantamos, cuando las acompañamos de fe, son poderosas herramientas en las manos de Dios para renovar nuestras mentes y corazones.

3. Clarifique

En 1 Cor. 14:7-8 Pablo dice que tenemos que asegurarnos que la gente esta entendiendo lo que está sucediendo en nuestros servicios. Esto nos trae a la tercer razón porqué decir algo - clarifique. Cualquier liturgia hecha sin el entendimiento puede convertirse en un ritual sin vida para los presentes. Y al contrario de la creencia popular, la explicación de cosas no tiene porqué apagar el Espíritu. Puede ser hasta bíblico. En cierto momentos tome tiempo en explicar lo que a lo mejor algunas personas no saben. Trae peso teológico a las palabras y acciones. Aquí hay algunas preguntas que usted puede contestar:

¿Por qué cantamos la última canción? ¿Por qué estamos cantando esta canción? ¿Por qué estamos haciendo otras cosas de lo que normalmente hacemos? ¿Qué acaba de pasar?

Tú puedes explicar letras o frases poco comunes ( Abba Padre), como también frases comunes(gracia, misericordia, gloria). También podemos clarificar cosas como:

¿Por qué no hacemos esto en casa? ¿Qué estamos aprendiendo como iglesia?

4. Inspira

Una cuarta razón por la que podemos decir algo entre canciones es para inspirar a aquellos a los que estamos dirigiendo (aunque algunas veces no tiene ese efecto).

Procura inspirar fe en Dios, porque sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6).

Procura inspirar esperanza en Dios, porque somos llamados a abundar en esperanza (Rom. 15:13).

Procura inspirar amor por Dios, porque amar a Dios es el mayor mandamiento (Mt. 22:36-38).